Contenidos
¿De dónde viene el TDAH?
En este post conoceremos las causas del TDAH en el cerebro. El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los mal llamados trastornos neurobiológicos más comunes en las personas.
Y digo mal llamado porque trastorno tiene el significado de “no normal” y no me parece correcto etiquetar a las personas como “no normales”.
Empezando con el post, el TDAH está presente en el 5% y el 8% de la población mundial. Y aunque sus síntomas suelen comenzar en edades tempranas, estas pueden continuar hasta la etapa adulta. No hay un consenso para determinar su origen pero se toman en cuenta dos factores generales en la mayoría de referencias:
- Factores Ambientales: Algunos originados en el periodo prenatal debido a altos niveles de exposición al plomo, el tabaquismo, el consumo de alcohol, etc.
- Factores Genéticos: Que son los que abordaremos en este post, y adelantaré que está relacionada con la alteración de dos neurotransmisores.
Esta condición es más común en hombres que en mujeres y es muy probable que conozcas a alguien que lo tenga. Un amigo, un hermano, un colega, un jefe, una pareja, o que tú seas esa persona. En algún momento todos nos vamos a cruzar con personas que tengan estas características; y a pesar de saber que estamos en un mundo muy variado no seremos ajenos a realizarnos la siguiente pregunta.
¿Qué está pasando por su cerebro? Sabemos que todas nuestras conductas se originan ahí, así que ya sabemos donde buscar, pero antes definamos de forma breve al TDAH.
¿Qué es el TDAH?
Es una condición que se manifiesta a través de 3 características:
Falta de Atención, impulsividad e hiperactividad; que a su vez se divide en 3 subtipos que dependen de la intensidad de uno u otro factor:
- Subtipo Inatento: Donde predomina la Falta de atención y afecta directamente el desempeño académico.
- S. Impulsivo: Una combinación intensa entre Impulsividad e Hiperactividad que vuelve a la persona más impulsiva y agresiva
- S. Combinado: Que es el más frecuente y afecta el rendimiento general de la persona englobando los 3 factores.
Decir que una persona tiene TDAH requiere de un previo diagnóstico profesional.
Así como no podemos apresurarnos a decir que una persona triste tenga depresión, tampoco podemos decir que alguien distraído tenga TDAH.
¿A quién no se le olvidan las llaves al salir de casa?
Estructuras cerebrales involucradas
Debido a su naturaleza, las estructuras cerebrales involucradas van a estar relacionadas con los procesos de:
- Pensamiento
- Motivación
- Memoria de trabajo
- Atención sostenida
- Control de la conducta
Nosotros nos enfocaremos en las dos estructuras más importantes:
Núcleo Accumbens
Forma parte de los Ganglios Basales y es el principal órgano cerebral involucrado en los procesos de recompensa, esfuerzo y motivación.
Su papel consiste en segregar u inhibir un neurotransmisor llamado dopamina. Y de acuerdo a su aumento o disminución es capaz de hacernos sentir placer u aversión.
También te puede interesar: Redes sociales y sus reacciones en el cerebro
Respecto al tema se ha encontrado que la transmisión de dopamina en el cerebro suele interrumpirse en personas con TDAH. Esto origina una falta de atención e impulsividad en los individuos.
Los sistemas de recompensa tradicionales no suelen funcionar en estas personas. Como consecuencia encontramos que su satisfacción ante un evento suele ser efímero y necesitan cambiar constantemente de tareas para poder disfrutar de sus logros.
Para confirmar esta situación gráficamente se realizó otro estudio en participantes con TDAH. Se utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) encontrando una disminución en la activación del núcleo accumbens en el procesamiento de las recompensas.
¿Qué significa esto? Que a las personas con TDAH les cuesta más centrar sus esfuerzos en tareas que los lleven a recompensas de mediano y largo plazo; con este preámbulo de autocontrol pasamos a la siguiente estructura involucrada en esta condición.
Corteza Prefrontal
Esta estructura participa en los procesos de planeación, control, memoria de trabajo, regulación, etc. Es el director de orquesta de nuestros comportamientos complejos. Y se comunica con el resto del encéfalo a través de dos vías de información conocidas como vías aferentes y vías eferentes.
¿Por qué es importante mencionar estas vías? Poes porque son reguladas por dos neurotransmisores muy importantes: la dopamina, otra vez, y la noradrenalina.
Ambas están implicadas en los procesos de atención y logran transmitir mensajes entre las neuronas, su actividad en el cortex prefrontal consiste en analizar la información y prepararse para responder ante los estímulos.
Recordemos que la dopamina prepara la acción motora necesaria para conseguir una meta.
Así que una de sus funciones es la inhibición motora, cognitiva y emocional; como por ejemplo saber esperar un turno, la planificación, saber usar agendas para recordar objetivos, y la memoria de trabajo o de corto plazo necesarios para almacenar datos espontáneos.
Por las causas ya mencionadas arriba existe una baja activación de estas estructuras cerebrales; por lo que estos procesos no se van a dar de la forma más tradicional en las personas con TDAH.
¿De verdad es tan malo todo esto?
En nuestra búsqueda de la uniformidad nos gusta etiquetar a las personas sin saber que nuestras diferencias son las que nos hacen únicos. Luego de leer este post puedes pensar que tener TDAH solo trae problemas, pero la verdad es que no es así.
Si bien los medicamentos que se recetan para estos casos logran “normalizar” el funcionamiento del cortex prefrontal y la segregación de dopamina, una persona puede seguir su vida normal sin la necesidad de estos medicamentos.
No es la única solución y no creo que las personas con estas características sean el problema. Que una mayoría quiera obligarlos a formar parte de un sistema que no está adaptado para ellos si me parece un problema.
Tener TDAH tiene ventajas, encontramos que son personas excelentes para afrontar tareas urgentes, son muy eficaces para emprender negocios y suelen trabajar muy bien con ideas nuevas, creer que lo distinto a la norma es malo solo nos crea conflictos innecesarios y nos lleva a adoptar una valoración errónea hacia los demás.
Las personas con TDAH tienen el mismo cerebro que tú y yo y pueden llegar a lograr las mismas cosas que cualquier otra persona. No existe discapacidad en sus condiciones y medicarlos no es una salida, recordemos no juzgar a los peces por cómo trepan árboles.
Si te gustó la publicación te invito a que nos sigas en nuestras redes sociales para que no te pierdas de nuevo contenido. Hasta el próximo post.
Infografía del tema
