¿Por qué amamos? Del libro de Helen Fisher

Hoy hablaremos de la química del amor desde el punto de vista de Helen Fisher. Antes de empezar con los argumentos de Helen vamos a contextualizar el tema a modo de introducción para poder partir todos del mismo norte.

Hablar de amor es señalar uno de los términos más difíciles de definir. Los sentimientos que podamos tener hacia los demás son singulares en cada persona, estandarizarlos le quita el plus personal  que cada uno de nosotros experimenta al momento de vivirlo.

Desde la antigüedad ya se ha tratado de definir al amor de muchas formas y actualmente encontramos a Robert Sternberg como uno de sus  principales referentes. Sternberg es un psicólogo estadounidense que identifica a la intimidad, la pasión y el compromiso como los elementos claves para definir al amor y sus variantes.

Esto lo explica en su Teoría triangular del amor, donde señala entre otras cosas al “Amor romántico”. Al cual define como el conjunto predominante de intimidad y pasión por encima del compromiso en una relación. En este escenario los amantes han cultivado una buena amistad y ambos se atraen sexualmente, pero este sentimiento no va acompañado de compromisos mayores.

¿Por qué señalo a Sternberg y al “amor romántico”?

Pues porque la población que estudio Helen Fisher en sus investigaciones son en su mayoría jóvenes universitarios que encajan perfectamente en esta definición. Las parejas aún no conviven juntos ni se reparten gastos importantes pero están muy enamoradas ya que no pasan los siete meses de relación.

Amor romántico y Helen Fisher

Helen Fisher está convencida de que el Amor romántico es un sentimiento universal en los humanos, con esto ya queda claro el por qué mencione este tipo de amor. Además del hecho de que clasificarlo como universal nos da una señal sobre su origen químico y biológico en nuestro cerebro.

Helen centró sus investigaciones en 3 neurotransmisores: Dopamina, Noradrenalina (o norepinefrina como lo menciona en su libro) y la Serotonina, ya que estos son los neurotransmisores que producen  las sensaciones de pasión romántica en los humanos. Comencemos:

Dopamina y su gran concentración

Este neurotransmisor es uno de los mayores incentivos que puede recibir nuestro cerebro para repetir una conducta. En niveles muy altos la dopamina potencia nuestra atención y nos brinda una motivación inquebrantable.

Esta excesiva concentración en el sujeto amado hace que pasemos por alto todos sus defectos y sólo veamos lo novedoso y único de la persona. La misma concentración puede llegar a producir euforia en los amantes así como muchas otras de las características con las que se identifica a una persona enamorada.

  • Aumento de energía
  • Insomnio
  • Falta de apetito
  • Aceleración de los latidos cardíacos
  • Ansiedad
  • Miedo y hasta obsesión.

Esta obsesión puede explicar por qué muchas veces existe una dependencia y ansiedad por crear un lazo emocional con el sujeto amado. Estos dos elementos son característicos de las adicciones y también están relacionados con niveles muy altos de dopamina.

También te puede interesar: ¿Las relaciones tóxicas, una nueva forma de vivir?

Si el amante no recibe pronto su recompensa el cerebro empieza a segregar más dopamina para ejecutar las acciones motoras necesarias para alcanzar su premio.

También te puede interesar: Redes sociales y sus reacciones en el cerebro

¿Entonces el amor romántico es una adicción? Pues para Helen Fisher, sí. Es una feliz dependencia cuando el amor es correspondido y es una amarga ansiedad cuando se es rechazado.

Noradrenalina y los recuerdos

Este neurotransmisor se activa cuando estamos frente a estímulos novedosos, sorpresivos e inesperados haciendo que nuestro cerebro trabaje muy rápido.

En niveles muy altos puede explicar por qué podemos recordar hasta los más mínimos “detalles” que en algún momento nos causaron sorpresa de nuestro sujeto amado. Desde su forma  especial de actuar hasta los momentos específicos donde se compartió. A esta sustancia se la relaciona con la capacidad de recordar todos estos estímulos nuevos.

Serotonina y TOC

Ya hemos visto que este amor romántico tiene mucho de obsesivo. Lo curioso es que los médicos que tratan pacientes con trastornos del tipo obsesivo compulsivo recetan inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina. Espera Marco, ¿qué es un inhibidor de recaptación?

Inhibidor de recaptación

Recordemos que en las sinapsis se liberan neurotransmisores de una neurona a otra. Específicamente del axón de una neurona presináptica a la dendrita de una neurona postsináptica. Así debería verse normalmente:

Neurona presináptica (arriba) Neurona postsináptica (abajo)

Pero cuando las personas tienen trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el neurotransmisor (en este caso la serotonina) no pasa en su totalidad de la neurona presináptica a la neurona postsináptica.

Sino que ésta (la serotonina) una vez que sale, regresa hacia la neurona presináptica interrumpiendo el correcto proceso de sinapsis, lo que hacen estos “inhibidores de recaptación” es tapar las salidas de la neurona presináptica para que el neurotransmisor pase en su totalidad a la neurona postsináptica.

Bueno volviendo al tema, medicamentos como el Prozac o el Zoloft realizan este trabajo de inhibir la recaptación y lograr aumentar los niveles de serotonina en el cerebro para que este funcione correctamente.

Helen en su libro recoge una investigación donde encuentra que tanto las personas enamoradas como los pacientes con TOC presentan niveles significativamente menores de serotonina en su cerebro.

Esto podría explicar por qué cuando nos enamoramos no podemos sacarnos de la mente a la persona que amamos, son los mismos rasgos de un obsesivo compulsivo.

Resumiendo

La fórmula del amor estaría dada por niveles muy altos de Dopamina y Noradrenalina. Y a su vez con un descenso de los niveles de Serotonina. Estas concentraciones van a variar de acuerdo a si el amor romántico es correspondido o es rechazado.

Cuando lo que sentimos es correspondido nuestro cerebro añade emociones positivas como la euforia y la esperanza, por el contrario cuando es rechazado el cerebro lo relaciona con desesperación y rabia. En palabras de Helen, en su forma ideal estas sustancias forman el eje central del amor obsesivo, apasionado y romántico.

¿Es el amor una emoción o una motivación?

En el libro también encontramos la Teoría de Art Aron. Que explica que el amor romántico, más que una emoción, es principalmente un sistema de Motivación. Este sistema está diseñado para permitirnos preferir construir y mantener una relación  íntima con una persona por encima de las demás.

Ya hemos visto que el exceso de dopamina nos prepara para generar las acciones necesarias para conseguir nuestro premio. En este proceso participa la corteza prefrontal, quien se encargará de planear y evaluar las perdidas y ganancias de nuestras acciones futuras, es aquí donde razonamos y decidimos.

Mediante varias regiones de la corteza prefrontal también controlamos las recompensas. Varias de estas áreas tienen una conexión directa con el núcleo caudado, uno de los principales responsables de liberar dopamina.

Se llega a la conclusión de que el amor romántico es un sistema de motivación fundamental en el cerebro que nos impulsa al emparejamiento humano. Al igual que otros impulsos como el agua y la comida, el amor romántico genera una necesidad y un ansia que el amante llega a satisfacer al sentirse amado por otro.

Entender la química del amor nunca fue más sencillo. Helen Fisher es muy didáctica al momento de explicar la química de estos procesos, y a pesar de que ella realizó sus investigaciones en EE.UU. hay que señalar  que en Londres, otro grupo de investigadores, encontraron los mismos resultados en sus investigaciones sobre amor romántico.

Dos equipos científicos con sujetos experimentales pertenecientes a grupos étnicos diferentes, con distintas edades y con experimentos hasta cierto punto distintos, habían encontrado los mismos resultados en la actividad del núcleo caudado y el aumento de la dopamina.

En esta ocasión la cultura y la sociedad no tuvieron influencia, nuestros procesos biológicos son gobernados de la misma forma aquí como en el otro lado del mundo.

Si te gustó la publicación te invito a que nos sigas en nuestras redes sociales para que no te pierdas de nuevo contenido. Hasta el próximo post.

Infografía del tema

Infografía sobre la Química del amor - Software Cognitivo

Escrito por

Marco Piscoya Encajima

Fundador y Director de Software Cognitivo. Bachiller en Psicología de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.