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¿Qué es la Disgrafía?
Finalizamos con el tercer tema sobre trastornos del aprendizaje, hablando sobre la disgrafía y el cerebro.
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La disgrafía se manifiesta como una dificultad entre la coordinación de los músculos de la mano y el brazo al momento de escribir. Esto causa que la acción no pueda ejecutarse de forma óptima interfiriendo en todas las actividades cotidianas donde el niño necesite escribir.
Según Portellano esta dificultad no se debe a una baja inteligencia, un mal ambiente de trabajo, problemas neurológicos, sensoriales, motrices o afectivos intensos. De forma resumida se le puede definir como el trastorno específico del aprendizaje que le impide al niño escribir correctamente.
Un niño con disgrafía sabe lo que quiere transmitir en su mente, pero al momento de querer escribirlo le es imposible recordar cómo se escriben ciertas letras o palabras causándole una gran confusión
Características de la Disgrafía
Dentro de sus características encontramos que:
- Los niños que la presentan tienden a esforzarse mucho al escribir por lo que lo suelen hacer más lento que sus compañeros.
- El tamaño de la letra suele ser grande y defectuosa, los trazos no se mantienen uniformes.
- La postura del niño al escribir es distinta a la normal, a veces pueden inclinarse mucho hacia la mesa.
- Los movimientos de su mano suelen ser lentos y difieren entre una excesiva rigidez o por el contrario un excesivo relajamiento.
Tipos de Disgrafía
Según Artigas la disgrafía puede agruparse en 3 subtipos:
Disgrafía basada en el lenguaje:
Esta consiste en la dificultad para construir la escritura de una determinada palabra. A pesar de tener el concepto claro en nuestra mente, se dificulta plasmarlo en letras. ¿Cómo es que ocurre esto?
Para escribir se requiere que un sonido (fonema) se asocie con un símbolo (grafema) que permita plasmarlo en un papel. En este tipo de disgrafía no se puede ejecutar estos proceso provocando errores ortográficos. Estos errores son más frecuentes en palabras que contienen grafemas ambiguos o poco diferenciados (b/d) (p/q).
Se le suele relacionar mucho con la dislexia, y aunque algunos autores digan que son lo mismo, la DISGRAFÍA es un problema aferente (de nuestra mente al exterior), mientras que la DISLEXIA es un problema eferente (del exterior a nuestra mente).
Disgrafía de ejecución motora:
Esta condición hace referencia exclusivamente a la dificultad motora para escribir manualmente y no está relacionada con los mecanismos lectores.
Disgrafía Visuoespacial:
Se manifiesta por la dificultad de ubicar correctamente las palabras escritas en el papel, además de no calcular correctamente los espaciados entre las palabras, estos niños además de mala letra tienen poca aptitud para el dibujo.
¿Qué hacer con la Disgrafía?
Es muy probable que los niños que tengan disgrafía también presenten problemas en otras áreas de su vida debido a la frustración que les puede causar el no poder escribir bien.
Por eso es recomendable indagar cómo está el niño en sus áreas sociales y emocionales como objetivo principal y no dejar que “la letra bonita” se convierta en el foco de nuestra intervención.
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