¿Cómo influye la música en nuestras emociones?

La música puede presentarse como una manifestación artística producto de la cultura o como un fenómeno psicológico que estimula distintas áreas  del cerebro influyendo muchas veces en nuestros estados emocionales.

La escuchamos cuando estamos felices, tristes, desde antes de nacer y según la Universidad de Oxford ya habían instrumentos musicales desde hace 43000 años, pero es muy probable que antes ya usáramos nuestros pies y manos para generar ritmos, así que nunca hubo excusas para no hacer fiestas.

Como vemos siempre ha formado parte de nuestra vida y ha evolucionado con nosotros. Se le llama lenguaje universal porque supera nuestras barreras idiomáticas y logra transmitir emociones independientemente de la cultura de las personas. Desde este punto revisaremos entonces sus bases biológicas para poder entender su mecanismo y cómo éste fenómeno logra transmitir tantos mensajes.

¿Cómo llega a nuestro cerebro?

Como en cualquier otro proceso mental nuestro cerebro tiene distintos receptores que responden de acuerdo a una necesidad. En cuanto a la música, esta puede dividirse en tres elementos: la tonalidad, el ritmo y la letra.

Y de acuerdo a nuestros gustos personales el cerebro responderá de forma distinta a cada una de ellas, antes de ver qué áreas son estimuladas por estos elementos revisaremos el proceso general de la audición:

1. La música se origina como una vibración que forma ondas de sonido a medida que se propaga por el aire. El oído externo “atrapa” estas ondas de sonido y 2. las dirige hacia el canal auditivo donde se encuentran con el tímpano antes de pasar al oído medio 3. Tres huesos diminutos en el oído medio amplifican las ondas de sonido antes de que entren en el oído interno 4. Dentro del oído interno, las ondas sonoras entran en la cóclea llena de líquido. El movimiento del fluido estimula diminutas células nerviosas que convierten las ondas de sonido en impulsos eléctricos 5. El nervio auditivo transmite los impulsos eléctricos al cerebro, donde se interpretarán como sonido. La tonalidad, el ritmo y la letra serán interpretadas en distintas áreas del cerebro.

Áreas del cerebro involucradas en la música

No hay un solo centro de música en el cerebro. La música involucra más áreas que cualquier otra función que realicemos, todas estas áreas tienen que trabajar juntas para comprender incluso la melodía más sencilla. Como vimos esta puede dividirse en 3 elementos y cada una estimulará distintas áreas de nuestro cerebro:

  • TONALIDAD: Se activa la corteza auditiva ubicada en el lóbulo temporal que recoge la información del oído y evalúa el tono y volumen del sonido. Ahora para generar una tonalidad se activan muchas más áreas del lóbulo temporal además de la corteza prefrontal (necesaria para la producción) y el cerebelo.
  • RITMO: Para seguir el ritmo de la música activamos nuestra corteza frontal izquierda, corteza parietal izquierda y el cerebelo derecho.
  • LETRA: Para poder interpretar las letras de las canciones recurrimos al área de Wernicke (crucial para la comprensión del lenguaje). El área de Broca (según la música, relacionada con la producción lingüística). La corteza visual (imaginando partes de la música si la hemos relacionado con un vídeo o un recuerdo). La corteza motora (ya que al escuchar una letra involuntariamente podemos empezar a mover los dedos de los pies). Y áreas límbicas involucradas en reacciones emocionales (como la liberando dopamina).

Comúnmente hemos clasificado a la música como una actividad del “hemisferio derecho”. Si bien es cierto que se involucra más el hemisferio derecho que el izquierdo, el procesamiento de la música es tan descentralizado que es difícil encontrar una categoría única para todas las áreas involucradas.

¿Y nuestras emociones?

Según nuestros gustos nos agradará uno u otro tipo de música que nos hará sentir mejor mediante la liberación de dopamina desde nuestro núcleo accumbens. Ahora también sabemos que el canto en grupo desencadena la liberación de serotonina (hormona del bienestar) y oxitocina (hormona de la confianza y la unión) e incluso sincroniza los latidos cardíacos de los cantores.

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A diferencia del lenguaje que genera diálogos semánticos, la música nos lleva a un diálogo emocional. Cuando un grupo grande de personas escuchan la misma canción se mueven al unísono y tienden a actuar de forma más altruista y unida:

El himno de un país, los cánticos de los clubes, una madre cantando una canción de cuna, la canción que tienes con tu pareja, son solo algunos ejemplos.

Nuestra memoria tiene un papel muy importante en este proceso, ya que muchas veces almacenamos y relacionamos experiencias con alguna melodía. (De forma consciente o inconsciente).

Lo hacemos par aprender algún tema, para recordar una fiesta, algún lugar o a una persona; la información emocional es mucho más difícil de olvidar y permanece latente en nuestro cerebro esperando el código musical preciso para volver a emerger.

Esto es importante porque nuestra personalidad está formada en gran parte por nuestros recuerdos. Si olvidáramos la música que nos gusta y sus experiencias perderíamos nuestra identidad. Como consejo usémosla siempre para mejorar nuestro día y para unirnos más con nuestro prójimo.

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Infografía del tema

Infografía sobre la Música y sus efectos en el cerebro - Software Cognitivo

Escrito por

Marco Piscoya Encajima

Fundador y Director de Software Cognitivo. Bachiller en Psicología de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.